La Iglésia católica está a un paso de beatificar a José Gregorio Hernández, luego que este jueves, la comisión médica de la Congregación para las Causas de los Santos, aprobara un presunto milagro atribuido al fallecido médico venezolano.
El arzobispo emérito de Caracas, Cardenal Jorge Urosa, indicó que el presunto milagro es el de la curación de una niña, en la localidad de San Fernando de Apure.
A pesar de muchas circunstancias adversas: lugar lejano, mucho tiempo transcurrido entre el incidente y la llegada al hospital, y del pronóstico inicialmente negativo de los médicos, la niña se curó totalmente, de manera inexplicable por causas naturales”, dijo el purpurado a ACI Prensa.
“¡Estamos por muy buen camino! ¡Sigamos orando! ¡Ahora tenemos que superar la consulta teológica y la Plenaria de Cardenales y Obispos que se realizarán en los meses venideros!”, indicó el monseñor Tulio Ramírez, obispo auxiliar de Caracas en un comunicado.
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El proceso del siervo de Dios fue iniciado en el año 1949 por el arzobispo de Caracas ante la Santa Sede. En el año 1986 el papa Juan Pablo II lo nombró vererable, quedando el paso de la beatificación en el camino a su canonización para convertirse en el primer santo de procedencia venezolana.
José Gregorio Hernández Cisneros fue científico, profesor, filósofo filántropo y músico. Nació en la población de Isnotú, Trujillo, sobre la Cordillera de Los Andes, el 26 de octubre de 1864.
Aunque su madre falleció cuando él tenía ocho años, le dejó impregnada una fuerte religiosidad; mientras su padre, le convenció para que estudiara medicina en la reconocida Universidad Central de Venezuela, UCV, convirtiéndose en el estudiante más destacado. Desde ese entonces, su profesión se unió a su vocación de ayudar a otros.